La mayonesa hay dos formas de prepararla. La más sencilla y rápida: comprando un bote ya hecho. La más rica y emocionante para el/la cocinero/a: prepararla tú. Para ello, en una batidora, añadimos un huevo cocido, una pizca de sal, un par de cucharadas de vinagre y, esencialmente, un buen chorrito de aceite de olivia. Batimos suavemente hasta que la masa empiece a coger la textura perfecta. Cuando esté lista, la añadimos al bol y la mezclamos con el resto de ingredientes.